Finalmente, la ICANN aprobó su propia reforma el pasado 28 de junio durante el encuentro realizado en Bucarest. Uno de los puntos básicos de la reforma es que, a partir de ahora, todos los miembros del comité ejecutivo de la ICANN serán elegidos por comités que representen a los diferentes estamentos presentes en internet incluyendo empresas, gobiernos y técnicos.
De esta forma se abandona el método de elección directa por el cual se designaron cinco de los 19 miembros del actual comité ejecutivo. Cada uno de estos cinco miembros representa una región del planeta y su designación se realizó mediante el voto de los internautas de cada una de esas regiones.
La crítica más importante a esta reforma es que los usuarios individuales o las organizaciones no comerciales se verán marginadas de la toma de decisiones. Según el nuevo modelo, se abandona definitivamente la idea de conseguir en la ICANN una representatividad nacida de una democracia global basada en Internet.
La ICANN ha sufrido problemas y ha sido constante objeto de críticas desde su creación en 1998 para hacerse cargo del sistema mundial de dominios y DNS. Hasta el momento, la organización se ha mostrado incapaz de asumir las responsabilidades y eso ha motivado la reestructuración de la misma.
El consejero delegado y presidente de la ICANN, Stuart Lynn, ha asegurado que estos cambios eran necesarios para asegurar que los miembros del comité ejecutivo poseen los conocimientos y experiencia necesaria para entender los aspectos técnicos que trata la organización.
Lynn se mostraba muy satisfecho de que su propuesta haya tenido tan buena aceptación. En la votación del consejo la propuesta se aceptó con 18 votos a favor por ninguno en contra. El único miembro contrario a la reforma, Karl Auerbach, no se presentó a la votación.
El propio Lynn reconoce que “no todo el mundo va a quedar satisfecho con esta reforma… pero necesitamos ir hacia delante”. Otras medidas que la reforma de la ICANN contempla en paquete de reformas es conceder una mayor importancia a los gobiernos pero, especialmente, a los operadores de códigos de país (ccTLD), como por ejemplo ".es".
También se ha doblado la cantidad que las compañías registradoras deben pagar a la ICANN pasando a ser 25 céntimos por dominio registrado. De ese modo, se busca que la ICANN tenga una adecuada financiación.
Fuente: Associated Press/eSedo